.png)
"Cuando los Cuerpos Hablan: Tejido social, diversidades y otras yerbas”. Acerca Del Festival de Cuerpo 2024.
El cuerpo dice lo que las palabras no pueden
Martha Graham
PH: Lucía Specterman
El Fuego del Encuentro: Ardor de Santiago Landini
Imaginen miles de flamas ardiendo lentamente. En el pecho, en la piel, en los ojos. Arden, esperando encontrarse. Así comienza Ardor, una obra que nos enfrenta al fuego interno que habita en cada unx de nosotrxs. En el marco del Festival del Cuerpo 2024, Santiago Landini nos invita a reflexionar sobre cuánto estamos dispuestxs a quemar para unir nuestras llamas y fundirnos en un mismo tejido social. El deseo, la lujuria y la conexión humana son temas centrales, donde el cuerpo se convierte en el espacio de encuentro y de combustión.
Como bien lo decía Maurice Merleau-Ponty:
"El cuerpo es nuestra ancla en el mundo."
En Ardor, los cuerpos se entrelazan y, al hacerlo, desdibujan los límites entre el “yo” y el “otrx”. El contacto físico, la sexualidad, y la crítica a la normatividad de las identidades se funden en una coreografía intensa, que nos confronta con la pregunta: ¿cuánto de nuestro propio fuego estamos dispuestxs a compartir para encender el de lxs demás? El trabajo arduo de Landini nos recuerda que la danza no solo es movimiento, sino también una forma de resistencia frente a los convencionalismos.
PH: Lucía Specterman
Reivindicar la Memoria a Través del Cuerpo: Sólo tu Imagen se Aleja y Haroldo Logiurato
El Festival Internacional de Danza x la Identidad destacó el papel del cuerpo como vehículo de memoria y resistencia. En este contexto, dos obras fueron claves para llevarnos al terreno de la reflexión histórica y emocional.
Sólo tu Imagen se Aleja, dirigida por Feram Godio, explora las grietas que deja la memoria y el olvido. "Todo lo que pudo o no haber pasado, lo fue." Esta frase resonó en la sala mientras los cuerpos de Julia Ferraris y Feram Godio se unían en un abrazo desesperado, buscando sostener lo que la memoria intenta preservar. El cuerpo es, en sí mismo, un testigo del tiempo, una máquina que alberga recuerdos y que, a través de la danza, lucha por no desaparecer.
Jean-Luc Nancy expresa esta idea con claridad:
"El cuerpo es el lugar donde ocurre la historia."
Y en esta obra, esa historia se cuenta desde la pérdida y el duelo, pero también desde la esperanza de lo que puede fundirse en un nuevo encuentro. El cuerpo, en su fragilidad, se convierte en un espacio de resistencia.
Por su parte, Haroldo Logiurato nos invita a recordar la memoria colectiva de los desaparecidos en Argentina. Con un espíritu revolucionario, la obra evoca las cartas que Haroldo escribió a su esposa antes de ser secuestrado en 1977. La danza aquí es una metáfora del amor y la lucha, de la fuerza que sostiene al tejido social. Las palabras de Haroldo parecen resonar aún en los cuerpos de lxs intérpretes: Con inmenso amor hacia el pueblo argentino y latinoamericano, la memoria es una interpretación del pasado que sirve para comprender el presente.
El festival nos recordó que la memoria es un acto colectivo y que los cuerpos son los encargados de mantenerla viva. Como señala Judith Butler:
"El cuerpo en movimiento es la insistencia de una vida que se resiste a ser silenciada."
PH: Lucía Specterman.
El Cuerpo Como Lenguaje Común: “Desde y Hasta el Cuerpo” – Mesa de Diálogo
El festival cerró con el streaming en vivo “Desde y Hasta el Cuerpo”, una plataforma de diálogo donde artistas y coreógrafes discutieron la curaduría del festival, enfocada en el leit motiv del mismo: Tejido social, diversidades y otras yerbas. Beli Rotela y Verito Gregorio guiaron una conversación profunda sobre el papel del cuerpo en la cultura nacional y su capacidad para reparar los tejidos rotos de nuestra sociedad.
Durante el streaming, se abordaron temas clave como la necesidad urgente de fortalecer el tejido social tras la pandemia. Como bien se destacó, el trabajo individual de sanación no puede ser suficiente si no nos enfrentamos a las desigualdades estructurales que atraviesan nuestra sociedad. "El cuerpo colectivo necesita volver a encontrarse," mencionó uno de los invitadxs, recordándonos que la diversidad no debe ser una idea periférica, sino el centro de nuestras interacciones.
Judith Butler lo explica así:
"La vulnerabilidad corporal es una condición de nuestra existencia, y esa vulnerabilidad compartida es lo que nos une en comunidad."
En este contexto, la danza actúa como un lenguaje común, un espacio donde los cuerpos pueden expresar lo que las palabras a veces no alcanzan. El cuerpo, como se mencionó en el streaming, es el lugar donde se teje lo social, donde las diferencias encuentran su punto de unión.
Diversidad y Tejido Social: Urgencias del Presente
El Festival del Cuerpo 2024 planteó preguntas esenciales sobre la relación entre el trabajo personal y el trabajo colectivo. ¿Cuánto estamos dispuestxs a ceder de nuestros privilegios para construir un tejido social más inclusivo? En un mundo que tiende a la fragmentación, el festival nos invitó a reflexionar sobre cómo la post-pandemia nos llevó a concentrarnos en nuestra propia sanación, olvidando, tal vez, del concepto y la necesidad de una “sanación colectiva”.
Simone de Beauvoir decía:
"Lo que sucede a los cuerpos ajenos, me concierne."
Esta frase encapsula la urgencia del momento: no podemos avanzar como sociedad si no trabajamos en reparar el tejido social desde nuestras diversidades. Las desigualdades están a la vista, y la danza, como forma de expresión y de resistencia, tiene el poder de ayudarnos a repensar nuestro rol dentro de ese tejido.
El festival nos dejó una reflexión clara: salir de la casa interior no es solo un proceso individual, es también un desafío colectivo. Es hora de habitar la casa de todxs, un espacio donde las diferencias se integren y se celebren como parte de lo que somos. Como expresa bell hooks: "El amor es una práctica de libertad." Y en ese sentido, la danza es una práctica de amor, un acto de libertad que nos invita a salir de nosotrxs mismxs para habitar el mundo en comunidad.
(in)Conclusión(es)
El Festival del Cuerpo 2024 fue un espacio de reflexión, encuentro y acción. Nos recordó que la danza es un lenguaje universal capaz de reparar los tejidos rotos de nuestra sociedad. A lo largo de las performances y los diálogos, se destacó que la diversidad no es una nota al margen, sino el núcleo que sostiene al tejido social.
Cuando los cuerpos hablan, el mundo escucha. Y en ese fuego que arde dentro de cada unx de nosotrxs, encontramos el poder para transformar nuestro entorno. La danza no solo nos une, sino que también nos confronta y, sobre todo, nos invita a construir un futuro más inclusivo y solidario.
Mariné Amestoy y Lucía Specterman
Line UP : Festival de Cuerpo 2024
