El recorte de una realidad: Sobre “Las ladronas”, de María Victoria Massaro.
Manuela y Sara son dos hermanas jubiladas que viven juntas en un departamento en Devoto. Para ganarse el dinero que les permite comer todos los días y vivir (y también un poco porque le agarraron el gustito), se meten a robar a departamentos de la zona cuando detectan que hay algún anciano o anciana que ya haya cobrado la jubilación o hayan recibido algún tipo de plata extra. El dato se los consigue Luis, el portero del edificio donde ellas viven. Un día, en una de esas entraderas, matan sin querer a una vecina. Así empieza la historia de “Las ladronas”, con un primer accidente que deriva en el error y las acciones que van a regir a los personajes durante toda la novela. Por supuesto, esta primera escena será fundamental para que nos acerquemos a las protagonistas porque sus maneras de hablar, de mirarse, de actuar son evidentes en este hecho tan fundamental en la vida de ambas y las acompañará durante toda la trama.
“Las ladronas” es una novela escrita por María Victoria Massaro y publicada por la editorial independiente Qeja ediciones. Se trata de un policial estructurado en cuatro partes y narrado siempre en tercera persona. Este tipo de narrador omnisciente nos permite conocer todo lo que piensan los personajes sobre los que se está focalizando en el momento del relato: por momentos sabremos qué piensa Manuela, otros capítulos veremos los hechos desde la mente de Sara, otros de la de Luis y así con todos los personajes que toman voz en la historia. Aunque muchos de los personajes recién aparecen en la mitad del libro, esta elección de narrar desde todos los puntos de vista de la novela nos permite atar los cabos de la historia con la información de primera mano de los personajes y, por lo tanto, implica que, en la mayoría de los casos, les lectores tengamos más datos que les protagonistas. Esta es una de las jugadas clásicas del género policial en el que podemos saber todo lo que va pasando o no tener nada de información y que la sorpresa final sea el impacto en la trama. En este caso, la novela apunta más hacia la primera opción, incluso cuando esa información aparece progresivamente. Esa tensión es lo que nos mantiene con todos los sentidos puestos en el libro y que no queramos soltarlo.
El punto de partida, la muerte en el acto de una de las víctimas de robo de las hermanas es bastante atípico si vamos a los conceptos clásicos del género en el cual conocemos al asesino al final. “Las ladronas” no es una historia de detectives ni héroes: quienes llevan adelante la trama son quienes cometen el delito, aunque no sean psicópatas o asesinos en serie. Solo son dos ancianas, un portero y algunas personas más que tienen una vida común, que son como nosotres, viven en los mismos barrios y tienen los mismos consumos culturales y sociales que nosotres. Todos los personajes de la novela atienden a las costumbres y a la vida misma como habitantes de Argentina y de Buenos Aires, particularmente. El día y la noche porteña se presentan en la historia ofreciendo un suelo abonado sobre el que crece la trama intrincada de “Las ladronas”.
Y a pesar de que hasta ahora solo hablamos de los puntos más oscuros y complejos (a la vez tan comunes a nuestra propia vida), no podemos olvidar mencionar que todo este universo tan parecido a la realidad se vuelve funcional y ligero gracias a los personajes elocuentes y sumamente graciosos. La naturalidad de los estereotipos en algunos personajes nos entrega diálogos y pensamientos ingeniosos que rozan la ironía y lo bizarro, provocando risas incluso en voz alta. Todas las controversias y lo retorcido que pueden llegar a ser algunas formas de ser de determinados personajes, se ven atravesados por un manto de sarcasmo y picardía que nos hace reír y que acompaña al género para que la novela sea fresca y liviana.
En este aspecto, “Las ladronas” es un libro fácil de leer, corto (240 páginas) y con un formato cuadrado, el elemento distintivo principal de Qeja ediciones, muy cómodo para llevar y leer en cualquier lugar: antes de dormir, en el transporte público, en un café, haciendo tiempo o poniéndole toda la atención en el living de casa. Si bien tiene algunas fallas llegando al tercer acto que tienen que ver más que nada con la intrusión de nuevos personajes que crean líneas narrativas aledañas y que inducen al desenlace de una manera un poco abrupta, “Las ladronas” es una novela argentina, escrita por una argentina y publicada por una editorial independiente argentina que se preocupa por mostrar la realidad de nuestro país y tomar una postura firme en cuanto a los valores y la vida de las personas que lo habitan. Siempre es motivo de celebración que un libro con esas características vea la luz en formato físico y todavía más si resulta entretenido y dinámico.
¡Ideal para salir del bloqueo lector y conocer autores!
Las ladronas, María Victoria Massaro.
Género: Narrativa
Formato: 17 x 13 cm
Páginas: 244
Nº ISBN: 9789874970411
Disponible en: Tienda de Libros Mariné.