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Pars Potentiae: Acerca de la potencia transformadora de R.A.V.E de Cecilia Colacrai.

Actualizado: 30 jul

(COBERTURA COLABORATIVA CON REVISTA INQUIETA).



 

Los afectos de disminución o aumento de potencia son pasiones. Allí Spinoza es terminante, ¿qué quiere decir que son pasiones? Pasión, como en toda la terminología del siglo XVII, es un término simple que se opone a “acción”. Pasión es lo contrario de acción. Entonces, literalmente, los afectos de aumentos de potencia, es decir, las alegrías no son menos pasiones que las tristezas o las disminuciones a ese nivel. Alegría/tristeza es una distinción al interior de la pasión. Hay pasiones alegres y hay pasiones tristes. Esos son los dos tipos de afectos-pasión.

Gilles Deleuze, En medio de Spinoza, 1980-1981.


 




La gran Cecilia Colacrai en escena
pH y edit: Mariné Amestoy

Según Kant la definición de espacio es: la forma bajo la cual me afectan objetos exteriores y el tiempo como la forma que me afecto a mí mismo. En ambos casos, creemos, tener una percepción de estos como parte de un todo afectado por… ¿qué? Si bien no lo sabemos, o intuimos respuestas en nuestro afán por conocer las zonas intangibles de lo que nos rodea, pareciese que el arte, y en especial el escénico, tiene mucho (aún) qué decir.



 



Cecilia Colacrai bailando en el Festival El Cruce
pH y edit: Mariné Amestoy

En R.A.V.E (Revolutionary Agglomeration for Voluntary Extermination) se combinan, implacablemente, arte, biología y/o naturaleza a través de un cuerpo (de pie) que experimenta la superficie enhiesta tanto en (la) forma como en (la) materia. Cecilia Colacrai detalla, con sutileza, el recorrido de un gesto, mueca o mohín y lo acompaña hasta transformarlo en ardid, voz, grito o rugido y es, exactamente ahí, donde el retrato de su danza cobra potencia metamórfica.


 



Cecilia Colacrai en el Festival El Cruce
pH y edit: Mariné Amestoy


 


¿Qué signos son (propios) del cuerpo y cuáles del cuerpo en escena?

 

Esta pregunta, si bien tiene “sintomatología” semiótica, no es exclusiva (ni excluyente) de ningún campo estético-artístico específico y lo es de todos a su vez. En esta obra, sin embargo, algo se revela entre espasmos, contracciones, movimientos convulsos, pausas, detenciones y quietud. Cecilia recorre el escenario y el espacio la encuentra, la sitia, la encierra, la empuja, la retiene, la brinca, la salta, la entorpece y, finalmente, la libera. Toda una conjunción sígnica de lo que un cuerpo es o tiene la potencia de ser en esencia y en escena.




pH y edit: Mariné Amestoy.



 

Debemos, pues, insistir en dos puntos: una esencia se encarna en el recuerdo involuntario, pero en él encuentra materias mucho menos espiritualizadas, medios menos “desmaterializados” que en el arte. Y, a diferencia de lo que ocurre en el arte. la selección y la elección de esta esencia dependen de datos exteriores a la propia esencia, remiten en

instancia a estados vividos a mecanismos de asociaciones que siguen siendo subjetivos y contingentes.


Gilles Deleuze, Proust y los signos, 1964 (pág. 78).



R.A.V.E (Revolutionary Agglomeration for Voluntary Extermination) es una pieza única de múltiples interpretaciones y lecturas posibles. Sí. De todos modos, hay precisiones (ajustadas) que se encuentran, no sin cierta dificultad, en el planteo y desarrollo coreográfico o bien en el territorio donde Colacrai se mueve, pisando y dejando, en una monodia de dulce traza, caracteres blureados para que podamos dirigir, ampliando así la mirada, tanto hacia arriba como hacia abajo, de cara al universo, o al continente que, al mismo tiempo, nos observa observar.



 

Multidireccional. Multifilamentosa. Multiestelar. Multisígnica. Multimatérica. Multiorgánica. Multipoética. Todo eso es (parte) de lo que esta obra (re)presenta que, sin dudas, todavía tiene mucho (más) para analizar o sobre todo, sentir.


 





Cecilia Colacrai interviniendo en el espacio escénico
pH y edit: Mariné Amestoy


 

¿Qué (nos) queda luego del fin?

 

Cecilia Colacrai es quien se queda. No es un decir. Se queda sobre y a través de un objeto y de sí misma. Cual danza que no termina, que no concluye, que sigue (insoportablemente) activa, (inexorablemente) viva, viva, viva, viva...viva.

Un lujo.


 

Tengo:

(sin dudas)

Límites,

Bordes,

Fronteras,

Caderas,

Cabellos,

Y

Piel.

Tengo todo eso, sí.

También círculos vaciados de poesía

Y paraísos que nunca encontré.

Me siento carne

Me veo carne

Me pienso carne

¿Y vos?

¿Cómo me ves?

 

Mariné


 

R.A.V.E de Cecilia Colacrai

Dirección e interpretación: Cecilia Colacrai.Acompañamiento artístico: João Lima y María Magdalena Garzón // Colaboración María Muñoz (cia Mal Pelo). Espacio sonoro: Miquel Casaponsa y Miquel Vich Vila/ Nicolás Tomé (en gira Argentina). Diseño de luces: Iván Cascon / Mauro Cappadoro (en gira Argentina) // Espacio escénico y vestuario: Sergi Cerdán Aguado. Fotografía y vídeo Tristán Pérez Martín // Producción Rita Stivala y Cecilia Colacrai // Distribución Biel Martínez Lorca. Producción corredor – COBAI + Verónica Rodríguez. Coproducción Mercat de les Flors / Con el apoyo de: Generalitat de Catalunya – Departament de Cultura, L’Animal a l’Esquena, Paso a 2 – Certamen Coreográfico de Madrid, La Visiva, Azala Espacio, Musiberia, C.C. Barceloneta, La Caldera de Les Corts, L’ Estruch de Sabadell, Ateneu de Celrà, nunArt Guinardó, Institut Ramón Llull, C.C. Parque de España, Instituto Superior de Danza Isabel Taboga.



 

                                        

Bio

Ella es Mariné o Marina Amestoy, directora y fundadora de Revista Mariné.

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