Un bicho de pueblito que busca algo más. Sobre Cuplá (2023[2019]) de Yamila Bêgné.

Por Matías Mansilla.

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Cuplá es la primera novela que leo de Yamila Bêgné. Me acerqué al libro, intrigado pero tranquilo, sabía que no me movía en un terreno del todo desconocido. Ya había leído sobre algunos de los temas de esta historia: la relación entre un pueblo y sus habitantes; la idea de tiempo; de espacio; y de una sensibilidad atravesada por lo cotidiano.

Portada (intervenida) del libro: Cuplá

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Lo que motivó mi lectura en un primer momento, entonces, fue algo que Aníbal Jarkowski dijo sobre la obra de Bêgné, que en ella existe la intuición de que lo real es enigmático. Después de haber leído, pienso que, en Cuplá, ese “enigma” de lo real es aquello que engancha a la lectura y abre la puerta a una literatura de matices y solapas por donde la autora nos pasea. La novela se centra en Epifanio –Epi, como le dicen algunos–, un hombre de casi treinta años que se gana la vida escribiendo notas sobre enfermedades cardiovasculares para una revista de divulgación. Es más bien un solitario, pero su soledad es un logro. De alguna manera, se ha esforzado para conseguirla. Epifanio sabe que vivir en soledad es más fácil, menos complicado, por eso se ha acostumbrado a llevar una vida de ensimismamiento e introspección, yendo del departamento a la redacción de la revista y viceversa. Por fuerza de la rutina y la costumbre, decide viajar a su pueblo natal, Cuplá, para pasar las fiestas con su familia. A partir de acá, vamos a recorrer el pueblo a través de los ojos curiosos de Epifanio, pasando por sus lugares, conociendo a sus habitantes, sus historias y sus leyendas.

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La forma en la que Yamila Bêgné establece las relaciones entre los personajes, imprime en el texto una fantasía de espontaneidad que hace que sea fácil empatizar con los habitantes del pueblo, apreciar la personalidad de cada uno y esperar con ansias su próxima aparición en las páginas de la novela. Así, vamos conociendo a personajes como Amilia, la amable mujer que atiende y arma las muestras en el Archivo Local de Cuplá; a la sensible Beila y el sociable Dorio, hermanos de Epifanio y completamente opuestos a él en personalidad; al ermitaño encargado de la boletería en la estación de trenes, Edmundo Mills; entre varios otros que forman la pintoresca galería de personajes de la historia. A la naturalidad que caracteriza las relaciones entre todos ellos y Epifanio, se le suma una particular espesura en las imágenes evocadas por el texto. Esto hace de Cuplá un mundo poblado y lleno de aristas, que solo es posible por el estilo orgánico y profundo de Bêgné

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Se trata de una novela compuesta de sensaciones. El cuerpo de Epifanio es sensibilísimo y el pueblo de Cuplá es avasallante, incluso a pesar de estar caracterizado por su tranquilidad. Una tranquilidad que se aparece como pasiva, pero que se apodera de todo, tal como sucede en La demora de Ezequiel Pérez –al cual ya le dedicamos varios párrafos en su propia reseña–. Así, la sensibilidad es la herramienta con la que Epifanio explora el pueblo y, a la vez, es eso que lo motiva a emprender una búsqueda que se le aparece como un golpe imprevisto y que lo lleva hasta el nombre de Ducampt. El profesor Ducampt es tal vez el personaje más enigmático de la historia y parece estar compuesto de paralelismos. En él, Epifanio descubre después de tantos años el gran tema de Cuplá: el espacio. El pueblo se transforma entonces en un campo en donde las cosas crecen y perduran como si fueran estatuas de cristal que resisten el viento: la hosteria que antes funcionaba y en donde trabajó la abuela de Epifanio, el lugar en donde funcionaba una fábrica de vidrio, el bar en el que se junta su padre con sus amigos… ¿qué hace de Cuplá un lugar tan especial?

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A medida que se va leyendo, la novela revela cosas al lector y se las oculta a sus personajes. Bêgné se permite jugar con lo que dice y lo que no, así descubrimos, por ejemplo, relaciones ocultas entre los cuplenses y una búsqueda secreta que Epifanio emprende tal vez sin darse cuenta, la búsqueda por salir del ensimismamiento. Para él, se abre la posibilidad de que revelar algo sobre Cuplá signifique, en algún sentido, encontrarse. Todo esto hace que la lectura del libro se sienta como un viaje. La búsqueda de Epifanio pronto se transforma en una especie de aventura introspectiva que atraviesa su relación con el pueblo y con todos los personajes de la novela. Sin dudas, Cuplá juega mucho con la idea del enigma, de lo enigmático, ese es otro de los rasgos interesantes sobre su lectura: es un descubrimiento. Cuplá es más que un pueblo y los cuplenses son más que simples habitantes, pero esto no se nos revela, así como así, vale la pena leer para descubrirlo.

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Retrato (intervenido) de Yamila Bêgné.

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Ficha técnica de Cuplá:

Autor: Yamila Bêgné

Editorial: Omnivora Editora

ISBN: 978-987-86-0953-9

Idioma: Castellano 

Páginas: 147

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