Un cuerpo que escribe en marzo no es el cuerpo que escribe en abril.
- Jezabel Amin
- hace 2 días
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Actualizado: hace 1 día
¿Cómo darle felicidad a tu cuerpo? ¡Vivir teatro es una buena manera! En el mundo de las guerras, nace Ruin en Galpón de Guevara, estreno domingo 13 de abril a las 17 horas.

Hoy es 29 de marzo, quiero pensar abril. En medio del caos, pensar el diseño de un año en una hoja en blanco es casi un delirio. Pero me quieren convencer de que el uso de la razón tiene sus beneficios.
Meta por mes, claridad en las tareas, organización. ¿Lo intentamos? No estoy segura, pero sé que sola no puedo ni quiero, que en red es más posible cuidar la continuidad. Escucho a otrxs.
Asuntos que me desvelan. La técnica Alexander otorga herramientas al performer de alto rendimiento. Cuidar la vida dentro y fuera del escenario es posible y necesario.
¿Cómo cuidar la vida artística cuidando la vida como totalidad?
Mejor… estudio anatomía. Mejor… termino el libro en el que vengo trabajando desde el 2009.
Mejor… limpio mi casa, saco a mi perro, etc. Mejor… ¡CAOS!
Pero intentemos algo. ¿Cómo nos podemos organizar juntxs también estando separados? Cooperando entre las partes.
¿Soy un plural o singular?
Un viajante me recuerda la importancia de vivir en el presente y ser feliz mientras podamos y ya no estoy segura de cómo sigue la aventura. Si, ¡CHAU MARZO!
03 de abril Meta del mes: terminar mi libro.
04. Me reuno con Mer y Diego, amigxs talentosos que me acompañan muy de cerca en la gestación de una milicia secreta para salvar al mundo (al que se pueda salvar, una especie de arca de Noé). Trabajando en el individuo colectivo, tal vez mañana los asesinos dejen de tirar bombas. Hay muchos asesinos sueltos, el rey loco es uno de ellos.
06 de abril. Escribo de madrugada. Cuando se está muy ocupado viviendo, no hay tiempo para la escritura, me dijo mi maestro hace unos años. ¿Es que muero escribiendo? ¿Le doy energía demasiada energías a las hojas? Puente Jezabel, puente de lo dedos, al teclado, usar los recuerdos a favor de generar una imagen que cambie todo para bien. Sí, todavía creo en el bien y en la categoría de verdad. Tal vez hay palabras que puedan transformar conciencias y parar las guerras (internas, externas). ¿Será así? ¿Puedo practicar la esperanza en estas hojas?
Y ahora también aparece mi deseo carnal. ¿Mis ganas de ser besada mezclada con la angustia por las guerras es un absurdo? La conciencia de los que duermen en la calle sintiendo el calor de mi perro en los pies ¿sirve para algo? Mientras juego con recuerdos de F.A.C.E., de Pompeyo Audivert, de Agustin Soler Sí, mejor escribir sobre lo que me salva. El teatrodanza como un gesto de contribución al cuidado de la materia orgánica y punto.
Agustín Soler, Agustín Soler. Después de ver Othelo con alumnxs del Taller de @mtf.movimiento, fui a verlo a Café Artigas, con otrxs alumnxs que van siendo amigxs también. Fui criada bajo un paradigma socioeconómico y político que marca una distancia jerárquica importante entre quien enseña y quien aprende. Mi vida es tan distinta a eso ahora.
Un domingo lluvioso disfrutando @ruedosdeunpayaso. Dulce, tierna obra. Genera la risa que nace desde donde me gusta. La que toca y abraza al corazón. La precisión de un cuerpo que se entrega al juego, que me recuerda lo infantil que soy todavía, que me devuelve a la ternura posible y alivia la sangre de mis labios. Me hizo bien verlo. Siempre me enamoro de lxs artistas. ¡Qué horror!
Y sí, por suerte no es sólo un “él”. Es el teatro vital, son quienes trabajan en las luces, el sonido, los músicos, quien limpia el baño, quien trae el falafel a la mesa. La trama de manos que crean, despliegan potencia, transforman el espacio y son vida viene de lejos. En el mundo de las guerras, aún hay cuerpos vivos, hay cafés, hay risas en la sala, hay alguien que escribe en una hoja al aire, besa mi ilusión y también hace nacer una nueva obra Ruin. La decadencia de la belleza.
¡La vida continua!
Maximiliano Ávila me dijo alguna vez: “la verdad está en el escenario" dio angustia escucharlo, tal vez porque no hay escenarios para todos. ¿O sí? ¿Por qué hablo de artistas pensando en las verdades? Me pregunto si es normal escribir a las 4:20 de la madrugada un sábado. Cuando elijo quedarme en la cueva, evocando pergaminos, la historia de la humanidad me fragmenta el sueño. No logro dar con el texto que renueve la narrativa de mis tiempos.
Tengo que limpiar la memoria de mis huesos a ver si logro escribir el mejor cuento del planeta. El que te haga feliz a vos. Tal vez por ahí va la cosa, lxs artistas contribuyen a la felicidad. ¿Desde la ficción? ¿Me muestran cosas de lo real o de la ausencia de esas cosas en lo real? Veo besos en el escenario, veo gente enojada que siente celos, que tiene envidia, que se vuelve animal, que desea y encarna el fuego. Hay menos máscaras allá que acá. Los viajes psicofísicos que me permiten lxs artistas nutren mi sexualidad. Seguir viendo obras mientras entreno con Hernán Franco, Pompeyo Audivert y Fagner Pavan es una aventura fantástica. Sueño una síntesis que me permita componer mi cuerpo para lograr conmover como conmueve Agustín Soler algún día. Aportar algo a la salud de un otrx, como lo hacen los médicos.

¿Por qué hay tanto teatro en CABA? Para Jeza es una necesidad, asumo que para muchxs más también. Volvamos a Agustín. Me atreví a enviarle preguntas. ¡Contestó! ¡La magia existe todavía!
¿Qué te hizo llegar al teatro?
El culpable de todo debe ser mi hermano mayor, al cual, en la adolescencia, lo seguía a todos lados. En un momento se fue de casa a vivir en un centro cultural okupa, la Cucha Cucha, por La Paternal. Ahí vi los primeros varietés, todo un mundo nuevo se despertaba en mí. Terminé al poco tiempo haciendo malabares en un semáforo y para mejorar la técnica del malabar fui al centro cultural Eternauta donde me enteré de que también había clases de clown. Entre por esa puerta a transitar el camino que me trajo hasta acá.
¿Qué te hace permanecer?
Las ganas de saborear un poco más el teatro que me gusta hacer. Seguir contando historias, habitando otros cuerpos. Los grandes desafíos. También con el tiempo se convirtió en un oficio y vivo de esto. Otra vida distinta me seduce, pero no me atrevo, y no se si puedo, abandonar todo esto en este momento.
¿Cómo te sentís en relación a lo que sentís siendo artista escénico?
El sentir me lleva a un constante agradecimiento. Agradecer desde mis viejos y el laburo y lxs compañeros que tengo actualmente. Las sensaciones que aparecen tienen que ver con el aire, con la liviandad. Actuar me transforma, me devuelve a mi casa totalmente modificado, como que vuelvo más ligero de lo que fui. Actuar me ordena, gracias a Dios, porque si no sería un despelote (risas). Actuar hace que me cuide, que cuide mi cuerpo, que lo mantenga disponible para todo lo que requiere el escenario e intentar dar lo mejor de mi siempre. Actuar me expone también, a veces me frustra, y otras veces me hace mirar afuera del escenario, los espacios de dirección y escritura que también me atraen muchísimo.
¿Las técnicas que trabajás te dan herramientas para cuidar tu vida más allá del escenario?
Si, claro que sí. Si me tropiezo en la calle se como caer al suelo sin lastimarme por ejemplo. Si me vienen a robar puedo fingir que me agarra ataque cardíaco y así descajetar la mente del atacante. Puedo tener en el subte, por ejemplo, conversaciones telefónicas que no existen y que la gente crea que estoy discutiendo con mi pareja por qué cenamos a la noche. Todo sea para divertirme y buscarle los buenos sabores a la vida. Pero fuera de broma, toda técnica corporal, con su propio entrenamiento, se derrite en uno y básicamente permite que la energía se mueva con más ligereza. Y eso somos, energía.
Para vos, ¿qué aporta el arte a la sociedad?
El arte convoca la parte blanda de las personas y uno acude al arte para activar, para recordarla. Cuando éramos pequeños esa partecita estaba en todas partes. Al crecer, en un contexto tan salvaje, todo eso se va perdiendo. Cuando decido ir al encuentro con el Arte es por todo eso. Tal vez las ganas de encontrarme con esas sensaciones que se despiertan al ver una noche estrellada lejos de la ciudad.
¿Crees en la sociedad?
Acá no sé bien qué responder.
¿Pasa algo en el despliegue de tu potencia que no pasa en otras situaciones por fuera del escenario?
Lo que pasa en el escenario pasa solo ahí. Y está muy bien, sino sería insoportable. Ya bastante lo soy. Me imagino entrando a comprar pan con algún personaje que hago en el Teatro (risas)
Pero de eso se trata: del encuentro con la gente. Toda una masa de pensamientos y de emociones juntas apuntando al escenario hace que uno, como actor, esté totalmente conectado. Conectado a la escucha, a la precisión, al ritmo, al espacio, a lo que se quiere contar y cómo se quiere contar, respondiendo a una Puesta, a una dirección, a una partitura, a un texto. En fin, son muchas tareas al mismo tiempo que uno debe ejecutar generando una especie de imposibilidad, porque si nos ponemos a desglosar todas las pestañas que abre un cuerpo escénico son muchísimas. Y la imposibilidad es mi eje en la actuación: en busca de lo imposible… buen nombre para un libro, ¡ojo!
¿Crees en la verdad?
Creería que no creo, que la verdad se percibe.
De todas maneras, a veces prefiero creer.
Si veo un amanecer en la playa elijo creer.
Si alguien me dice “te amo”, elijo creer.
Cuando me siento a ver una obra de teatro elijo creer.
¿Cómo viajas con las obras que hiciste/haces?
Con la obra que más viajé fue con mi unipersonal RUEDOS, ya que se pensó desde cero que sea algo movible. Todo eso depende de mí, de los mails que mande, de la gente que contacte etc. En cambio, en las obras que hacemos con Gabriel Chamé (Othelo y Medida por Medida) solo soy actor y lejos estoy de la producción.
¿Queres contarme algo de Ruin?
Se viene RUIN, la decadencia de la belleza. En esta obra que dirijo y bastante escribí, logré volver a la payasada más pura, a la física, y a la más cercana al circo, con la ayuda de Pierpaolo Olcese que nos abrió las puertas del Galpón de Guevara, generando una coproducción con ellos. Gracias a Carmen Tagle, Lucía Brasa y Jesica Elois que son las actrices que se sumaron a este viaje hace casi dos años atrás sin saber mucho de qué se iba a tratar toda esta historieta, con una confianza enorme, sabiendo que daríamos un lindo paseo por el mundo de la creación. Tengo que nombrar a Mel Flores, asistente de dirección, que sin ella todo sería muy difícil y caótico. Entonces marchamos rumbo a ese estreno. Veremos qué pasa. Si nos tiran flores o tomates. Si hay de las dos ya seremos felices.
Si alguien está leyendo esto, le comento que los domingos a las 17 hs, puede venir a ver un circo en decadencia al Galpón de Guevara en pleno barrio de Chacarita. @ruin.obra
Son casi las 5 de la madrugada ya. Esta nota sería para fines de abril. Voy a escribirle a Marina para rogarle que la publique antes, porque está lista para salir. Capaz alguien lee y se acerca al teatro un domingo a ver Ruin y es feliz.
Deseo que mis palabras sirvan para algo, para alguien. Te las regalo. Nota terminada de escribir el 06 de abril del 2025.