“Viento del este”: Maia Gattás Vargas explora su historia familiar entre Argentina y Palestina.
-Por Matías Mansilla
Maia Gattás Vargas es una artista audiovisual, docente e investigadora argentina. Su obra, Viento del este, se estrenó el 27 de febrero en el cine Gaumont y se proyectará ahí mismo hasta este miércoles 5 de marzo.

El documental plantea una reconstrucción afectiva que vincula la historia familiar de la directora con el duelo y el amor, atravesando tres territorios: Bariloche, el Río de la Plata y Palestina.
Los temas son entretejidos de forma rizomática, no jerárquica. Gattás Vargas nos va llevando de la tormenta a la calma, del frío al calor y del agua a la arena en un viaje en el que se intercalan las imágenes de los lugares en donde creció, con material documental y piezas de su propio archivo familiar.
Así, Viento del este es una obra personal en donde aparecen, anudados con fuerza, dos hechos de la vida de Maia: la descendencia de una familia palestina y la muerte de su padre en 1986, dos meses antes de su nacimiento. Planteando ambos sucesos como extremos, la historia se va desarrollando en el ir y venir de uno hacia otro. A partir de ese movimiento de ida y vuelta, surgen ramificaciones: la situación de Palestina –particularmente en Cisjordania, que es donde vivió la familia paterna de la directora–, el proceso de duelo de la madre y de la abuela de Gattás Vargas, el fluir intenso del río Jordán…
Todo se nos cuenta de una manera poética, esto es, dejando el sentido de las cosas en suspensión a partir de la belleza. Y es que se trata de una película tremendamente bella y sensorialmente avasallante. Cada sonido, cada paisaje, cada recorrido acompañado por la cámara, alcanza una profundidad que atraviesa a quien esté del otro lado de la pantalla. De manera que la primera persona que caracteriza a este documental es una primera persona en la que el espectador siempre va a encontrar cercanía. Además de esto, las imágenes se entrelazan con las voces para aportar al relato familiar que se va reconstruyendo. Principalmente, es la voz de la directora, pero también hay momentos en donde se dan diálogos –por ejemplo, entre la directora y su madre– que quedan captados por la cámara. El guion, entonces, es la parte más reflexiva y personal de la película.

Los dichos se intercalan de forma que parecen versos que atraviesan las imágenes: el relato de Maia sobre su familia, sobre los lazos que la unen a Palestina y sobre el accidente en el que su padre perdió la vida. Acá, es donde la muerte del padre que no llegó a conocer abre una dimensión muy particular del duelo en el documental.
¿Cómo duelar lo que a simple vista parece desconocido? Es la pregunta que habilita a Gattás Vargas a explorar una forma especial de reconectarse con el padre, a partir de la reconstrucción del lazo y de la conexión con el proceso de duelo que hicieron su madre y su abuela. De esa manera, la profundización del vínculo con la figura de su padre se anuda con la reconstrucción de una trama familiar que hasta ese momento existía de forma subrepticia en un archivo familiar cerrado.
Lo que amalgama todo –las imágenes, los objetos, las palabras, las historias y los territorios de Argentina y Palestina– es el agua. Los ríos, los mares. Las olas que se pliegan y se repliegan sobre sí mismas, son el nexo entre lo conocido y lo que se va descubriendo.
“Viento del este, lluvia como peste”, es un dicho viejo que se usa para marcar que viene una sudestada, una tormenta.
Este documental es eso, una tormenta que revuelve, reconfigura, reordena y después se apacigua, dejando algo nuevo. Se exploran los orígenes de lo propio y se duelan a los que ya no están, develando los lazos, las herencias y las cicatrices que componen a una persona. Esta es la manera en la que se reconstruye una trama familiar, rescatando el pasado de las aguas del olvido y dejándonos a nosotros algo en el camino.
Viento del este es una experiencia cautivadora, un viaje de intensidad frente al que es imposible quedar indiferente.

Viento del Este. Dirección: Maia Gattás Vargas Producción: Marcelo Burd Montaje: Sophie Franca
Sonido: Andrés Perugini Música: Marisa Di Giambatista Color: Luján Montes
Diseño gráfico: Jimena Oddi Prensa: Julieta Bilik
Hasta el 5/3 en el Cine Gaumont: Rivadavia 1635